Las mamás que tenemos niñas lo sabemos muy bien. Tenemos a Hello Kitty hasta en la sopa (esto es verídico porque venden una pasta con la forma de la famosa gatita). Pero cuando es la madre la que quiere a Hello Kitty ¿es el principio del fin?
Este es el caso de Laura. Para el bautizo de su pequeña princesita nos pidió unas galletas, y sé de buena tinta que le gusta mucho este personaje. ¿Qué mejor detalle que unas galletas en forma de Kitty?
Se quedó encantada con la idea. Por supuesto, he tenido que hornear alguna galleta de más para mis "enanas".
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